Spirits of the Dead
Thy soul shall find itself alone
'Mid dark thoughts of the grey tomb-stone --
Not one, of all the crowd, to pry
Into thine hour of secrecy:
Be silent in that solitude
Which is not loneliness -- for then
The spirits of the dead who stood
In life before thee are again
In death around thee -- and their will
Shall then overshadow thee: be still.
For the night -- tho' clear -- shall frown --
And the stars shall look not down,
From their high thrones in the Heaven,
With light like Hope to mortals given --
But their red orbs, without beam,
To thy weariness shall seem
As a burning and a fever
Which would cling to thee for ever :
Now are thoughts thou shalt not banish --
Now are visions ne'er to vanish --
From thy spirit shall they pass
No more -- like dew-drop from the grass:
The breeze -- the breath of God -- is still --
And the mist upon the hill
Shadowy -- shadowy -- yet unbroken,
Is a symbol and a token --
How it hangs upon the trees,
A mystery of mysteries!
Uno Poema de Amor
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo:"La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo del cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa, que mi amor no pudiera guardala.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercala mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el último dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo . . .
A poesia sabe como encher a nossa alma.
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